viernes, 1 de enero de 2016


Éxito o Fracaso, tú eliges.



Uno de Enero de 2016, un momento, como cualquier otro, para tomar el camino de la derecha, o el de la izquierda. 
¡Ojalá fuera tan fácil ! 

Y aquí recuerdo la famosa frase de "Si crees que puedes, efectivamente puedes, y si crees que no puedes, también estás en lo cierto."
Esta frase que sirve de introducción a las teorías de la Programación Neurolingüística sobre el cambio de creencias, sirve también para recordarnos que la realidad la creamos nosotros con nuestro pensamiento y nuestra actitud.

Si nos dirigimos al éxito, lo primero que tenemos que saber es, concreta y específicamente , qué significa el éxito para nosotros.Y lo mismo con el fracaso.
Resulta sorprendente observar las diferencias tan acusadas sobre la percepción de éxito y fracaso que tenemos cada individuo.
Pero si además diferenciamos lo que es éxito del Ser o del Ego, el asunto aún se complica más.

Ahora si que me estoy metiendo en un jardín... Pero bueno.... sigo....

¿En qué tipo de éxito vas a poner el foco este año.... este 2016?

Estar en conciencia , supone darse cuenta de a quién satisface cada tipo de éxito. Si al Ser o al Ego. Y ese sí que es un momento de elección auténticamente decisivo.

A veces, no siempre, pero sí a veces, el éxito del Ego es el fracaso del Ser y viceversa.
Ocurre que cuando el éxito del Ego acumula reconocimiento externo, es muy difícil llegar a darse cuenta de la falta del reconocimiento interno. 
Y te vas alejando más y más de ese reconocimiento interno. A veces hasta hacer como que no lo necesitas, y otras en las que incluso se llega a confundir e identificar ese reconocimiento externo con el propio.
Pero el Ser lucha por su genuidad y llegan momentos en la vida en que reclama atención, reclama su espacio, y generalmente lo hace a través del cuerpo. 
De repente tenemos dolencias, que Alexander Lowen llamaba "dolores del cuerpo, dolores del alma" , y no son otra cosa que la consecuencia de haber abusado del alejamiento del Ser y su sentido de la vida.

En nuestra cultura paternalista también se soluciona esto para mantenernos "útiles" al interés general y se subvenciona una medicina sintomática, absolutamente remediativa, que resuelve momentáneamente los síntomas de este desequilibrio a nivel corporal.

Desde mi punto de vista hacerse responsable de nuestra salud física, emocional y espiritual, pasa por decidir "¿A quién sirves, quien es tu señor?". 
Una gran pregunta que Antonio Diaz-Deus se hace en el libro "Coaching en el Camino" y que plantea una reflexión interior sobre nuestra actitud ante la vida. 
Se trata de definir honestamente éxito y fracaso y mostrar congruencia para elegir aquello que realmente nos nutre como Ser  , siendo capaces de desapegarse del Ego en la medida justa para no perder nuestra esencia.

Éxito o Fracaso, tú decides a quién sirves....





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